Los frutos de una misión
Testimonio de un misionero:
¡Qué bueno es experimentar cómo los planes de Dios superan en gran medida a los nuestros! Cada uno va a misionar y vuelve misionado, descubriendo que Él no sólo quiere que yo lo ame, o que se hace exclusivo para un selecto grupo; allí se ve de cerca lo mucho que Dios nos ama a todos y a cada uno de sus hijos: no sólo ayudándonos a los misioneros en los problemas mismos de la misión y aumentando nuestra fe y nuestro amor hacia Él, sino que tocando el corazón (usándonos como herramientas) de las personas que nos abren las puertas de sus casas y charlan con nosotros y luego se confiesan y van a Misa. Quizá no todas las personas hayan respondido de la misma forma, pero al igual que quien planta una semilla no espera que brote algo inmediatamente, el regreso a nuestros hogares es con el corazón lleno de alegría porque no tuvimos que deshacernos del polvo de nuestras sandalias, sino que de nuestros propios egoísmos y tibiezas.
Carlos Perna LJCR
¡Qué bueno es experimentar cómo los planes de Dios superan en gran medida a los nuestros! Cada uno va a misionar y vuelve misionado, descubriendo que Él no sólo quiere que yo lo ame, o que se hace exclusivo para un selecto grupo; allí se ve de cerca lo mucho que Dios nos ama a todos y a cada uno de sus hijos: no sólo ayudándonos a los misioneros en los problemas mismos de la misión y aumentando nuestra fe y nuestro amor hacia Él, sino que tocando el corazón (usándonos como herramientas) de las personas que nos abren las puertas de sus casas y charlan con nosotros y luego se confiesan y van a Misa. Quizá no todas las personas hayan respondido de la misma forma, pero al igual que quien planta una semilla no espera que brote algo inmediatamente, el regreso a nuestros hogares es con el corazón lleno de alegría porque no tuvimos que deshacernos del polvo de nuestras sandalias, sino que de nuestros propios egoísmos y tibiezas.
Carlos Perna LJCR
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